Muchas veces cuando pensamos en la iluminación pensamos únicamente en las lámparas eléctricas y nos olvidamos de la luz natural. Sin embargo el uso de la luz natural es la forma más común y antigua de iluminar los espacios cerrados.
Cada una de estas formas de iluminación tienes sus ventajas y desventajas, por ejemplo, para la luz natural se puede decir que no tiene costo de operación, su control es más limitado pero cada vez existen mejores tecnologías para hacerlo, sólo se puede aprovechar durante una parte del día, provoca mayor carga térmica, no se puede utilizar en todas las aplicaciones. Como forma de control se pueden utilizar múltiples elementos tradicionales como ventanas, cortinas, persianas, celosías, toldos, aleros, entre otros. O soluciones más novedosas como películas de control solar, tragaluces, louvers mecánicos, domos reflectivos, entre otros; este tipo de soluciones ofrece una gama más amplia de control de iluminación con base en los requerimientos específicos del proyecto, y es posible calcularlas para obtener los mejores resultados en calidad de iluminación y uso de la energía.
Por otro lado, la luz artificial ofrece muchas ventajas en cuanto al diseño de un sistema de iluminación ya que permite controlar la intensidad, temperatura de color, IRC, distribución de la luz, ubicación, etc. Así mismo tiene la gran ventaja que se puede utilizar en la mayor parte de las aplicaciones y que puede funcionar durante todo el día. Una de sus desventajas es que tiene un costo de operación más elevado ya que consume energía eléctrica y para algunas tecnologías requiere de repuestos.
Cada proyecto tiene sus necesidades específicas por lo que es muy importante evaluar el uso de los diferentes tipos de iluminación, y en su caso combinarlos, con la intención de tener un área iluminada adecuadamente y que eficiente en el uso de la energía. En GBR te podemos asesorar en ambos sistemas de iluminación con productos de las mejores marcas y con el diseño adecuado para tu proyecto.